¿Qué es el lenguaje? Sino la necesidad de nombrar al mundo. Las palabras no pueden ser estáticas porque el mundo que nombran no lo es.

 

Acontecer. La repito. La escribo. La leo. Acontecer. La desconozco. Proviene de la palabra acontecimiento, sé lo que significa, pero me es ajena. Acontecer, he abusado de esa palabra, la he usado como sinónimo de teatro-evento-suceso. Necesito desproveerla de todo el pasado, de toda aquella memoria repleta de significados y valores; necesito desnudarla, dejarla en su esqueleto; reconstruirla, romper los lazos y hallarla en sí misma. Acontecer=Teatro=Acción.

 

Acontecer: construcción humana para definir un hecho en la vida-realidad; Acontecer: Aquello que ocurre; Acontecer: Aquello que surge o aparece; Acontecer: aquello que se realiza; Acontecer: Lo que se efectúa, pasa, estalla, se verifica, se origina, se ofrece, irrumpe, sobreviene, se cumple.

 

 El Acontecer necesita acontecer.

 

Teatro-Acontecimiento. Pero el acontecimiento tiene una aplicación muy amplia. Y no todo lo que acontece es teatro. Por ende, el teatro queda contenido dentro del acontecimiento. El acontecimiento queda contenido dentro de la realidad. El teatro es una fracción del mundo construido por el hombre. Una palabra que ha definido una misma actividad transformada, que ha sido reconfigurada tantas veces hasta el grado de carecer de sentido. En el intento de definir y nombrar es que se agotan las palabras, pero las palabras nombran la praxis, acontecer es más que la palabra es el hecho en sí.

 

El teatro ocurre, se efectúa y se verifica, por ello vive ligado al acontecer, como un hecho extraordinario. Es una actividad que se sale de lo natural, el teatro es contranatura y antinatura, existe como oposición a la vida y al ser humano, es la artificialidad que revela ante la artificialidad. El teatro es la actividad que se niega a sí mismo, que se opone al Acontecer, que se niega a ser mero entretenimiento, a ser solo arte, quedar como pensamiento, acotarse al puro ritual, a replicar la vida y sólo en esa la negación acontece.

 

 

 Contradicción del acontecimiento.

 

Existir en el contra, deviene lo extraordinario, así que las palabras ordinarias se vuelven extraordinarias cuando se intenta definir eventos extraordinarios. Acontecer y teatro son sinónimos pues ambos se oponen a lo ordinario, incluso como significados, se revelan, y por eso hay que repetir no sólo las palabras una y otra vez sino el acto. Repetir el acto escénico hasta que pierda sentido, hasta que se rarifique ante nuestros ojos, pensamientos e historia.

 

Teatro: Lo que se efectúa, pasa, estalla, se verifica, se origina, se ofrece, irrumpe, sobreviene, se cumple. Pero tal parece, que la palabra teatro es ciertamente desconocida, se moviliza en el terreno de la indefinición. Pero esta indefinición proviene de constante movimiento, pues en caso de detenerse corre el riesgo de desparecer, de ser caduco, por ello, se debe a la metamorfosis, a la transmutación.

 

Cuando el teatro entra en crisis ha sido porque la praxis teatral no tiene forma definida y está en busca de ser. Y es entonces, cuando a la palabra teatro se le agregarle sufijos para dar nombre al ser amorfo. La palabra teatro resulta ser insuficiente a la praxis.

 

En ocasiones las palabras condenan a lo que se suponen definen. Y se convierten en rígidos trajes que intentan mantener lo establecido. Se convierten en construcciones eternas que buscan ser indisolubles, se institucionalizan gobernando aquello que definen. Entonces se debe ir en contra del diccionario y del propio lenguaje, servir a la acción, hacia el acontecimiento. Despojar, olvidar las palabras, los simbolismos y las metáforas y llevar las palabras a la acción, que solo importe la acción. Hacer teatro, porque el teatro es siempre un acontecimiento.

9 de diciembre del 2013